jueves, 7 de abril de 2022

 Lo que la mente ve.

Siempre ha habido una ruptura entre lo que veo y lo que siento cuando realizo una kata. "Normalmente mis sensaciones son mejores que mi forma". 

Dentro de los diferentes parámetros que podemos usar para saber si estamos en el camino correcto, y no nos estamos quedando en la superficie, es esa, el sentir. Las sensaciones son como una brújula que nos indica el norte. Si solo miramos con el ojo externo, no seremos capaces de ver más allá. Este ojo externo apela a la forma y a la geometría y rechaza lo abstracto y variable. 

Cuando práctico sin observarme, y soy capaz de enfocar la mente en la función y en las sensaciones, el Kata se vuelve más claro, adquiere otro significado, o mejor dicho tiene significado y acaba surgiendo lo personal, el conocimiento acumulado durante años de práctica. 

El ritmo, la expresión y otros tantos conceptos, se vuelven más naturales y no quedan atados al yugo de la forma. Una kata debe ser una herramienta que nos impulse y no, que nos someta. No es teología , sino vivencia. 

Está visión de la práctica es unificadora porque te obliga a no interpretar desde parámetros subjetivos. Si en una técnica, el envase es más importante que el contenido, está sale de la esfera de la utilidad. 

La lógica a veces se ve ensuciada porque la mente no es capaz de ver y está sometida a prejuicios o ideas impuestas o autoimpuestas. Aquí interviene un factor que ha de ser tenido en cuenta. Querer equilibrar la belleza técnica con la función, no siempre es posible. La estética es algo subjetivo, va a depender del ojo que mira. He practicado diferentes estilos, dos en concreto son diametralmente opuestos en la expresion física de la técnica, y cada uno ve en la forma del otro "fealdad". Sin embargo, la aplicabilidad funcional, o está, o no está, no se puede disimular. De ahí que sea importante el Ver, que no es otra cosa que mirar con la totalidad. Esto significa que somos capaces de captar detalles en el otro que está más allá del gesto. 

Recuerdo que mi sensei hacia una técnica y luego nosotros la repetimos. Unos la realizaban por debajo del nivel exigido, otros eran perfectos imitadores y un grupo más reducido, realizaba la técnica con detalles más profundos. Nuestro sensei decía hay algunos de ustedes que estáis expresando sensaciones y funciones con la técnica, que aunque no la he verbalizado, si las había hecho al mostrarlas. Ese es el camino, eso es lo que la mente debe Ver. 


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