lunes, 14 de marzo de 2022

Karate y Redes Sociales

Hoy en día gracias a las redes sociales y otros medios, tenemos a mano una cantidad de información que nos puede ser útil. Pero también hay que ser cautos ya que no todo lo que vemos o leemos tiene el rigor de un estudio profundo o de un análisis bien estructurado.

Esto es algo que ya se sabe pero aún así lo seguimos haciendo. 

A mi personalmente me gusta más experimentar que conocer. O como dice la canción de Serrat, "Cada loco con su tema": Soy partidario de las voces de la calle más que del diccionario. 

Estas voces están llenas de sabiduría, de la mal llamada sabiduría popular porque  esconde un mensaje de conocimiento.

Aunque no podemos olvidar que en Karate tenemos que tener una buena formación teórica, lo más importante es la experiencia directa. El conocimiento debe ir aparejado con práctica consciente pero nunca ser un sustituto de esta. No debemos parchear con información intelectual. Se aprende a nadar, nadando no leyendo sobre natación. La natación, al igual que el Karate necesitan de acción directa.

Aprender un Kata, por ejemplo, a través de libros o vídeos es posible. Pero creer que se conoce es el error. Hay cientos de matices que sólo pueden ser enseñados por alguien experimentado. A veces un nuevo alumno llega al Dojo y tras la sesión me pregunta, ¿algún libro para aprender la kata que hemos visto hoy?. Yo le digo para que, para eso estoy yo. Sin embargo insiste, no es para ir adelantando. ¿Adelantando el qué?. Se le puede disculpar su ignorancia, lo peor es que hay practicantes avanzados que trabajan así. Aprenden katas de forma superficial en las redes porque no tienen la paciencia de esperar que el Sensei se la enseñe. El peligro de esto no tiene que ver con su errónea inquietud de aprender mucho en poco tiempo, sino de sentirse autosuficiante en el aprendizaje, saltándose multitud de pasos que son indispensables para, realmente entender este arte marcial. Eso sin hablar de aspectos como:

- Concepto de Dojo.

- Respeto a la tradición.

- Minimizacion del arte que practica. Cualquiera con poco lo puede aprender.

- Comprensión de los valores implícitos en el Budo, etc. 

Hace ya algunos años conocí a Hanshi Shimabukuro de quien me interese por su Iaido. Antes de verlo en persona lo había visto realizando Iaido por videos y ya me pareció que tenía un gran nivel. Sus katas estaban llenas de pequeños detalles que sabía expresar muy claramente. A pesar de que se podía aprender "fácilmente" de sus explicaciones en los vídeos, nada que ver, haciendo Iaido en persona. Los vídeos lo desmerecian. Naturalidad, control, ritmo y un largo, etc. Detalles tácticos, incluso como le sudaba la espada, como diría un amigo mío, era diferente. Jamás podría haber aprendido, tanto y de tanta calidad por las redes. La presencia de un maestro transforma porque en esa presencia está la esencia, nada que ver con la frialdad que observamos en la pantalla de un ordenador. 

Dicho esto, mi consejo o advertencia es:

- La información que ofrece las redes es una ayuda o complemento, nunca un sustituto.

- Practicar directamente con un maestro, si se tiene la oportunidad y tener la paciencia del ritmo de enseñanza que se imparte en un Dojo. Esto es un camino seguro. 

- La experiencia te ayuda a discriminar la información que recibimos. Apostar por ella. 

- Evitar ver cientos de vídeos del Kata nuevo que has aprendido. Cada escuela tiene sus matices y su forma de hacer. Existe una metodología de enseñanza y está es progresiva. Tiene razón de ser el porque se hace así. 

Todo esto es tan obvio que casi me ha dado pereza hacer este escrito. No obstante, es bueno recordarlo de vez en cuando. Todos sabemos que fumar es malo y aún así se fuma. Lo obvio no siempre somos capaces de verlo. 


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