lunes, 11 de julio de 2022

La Cara Oculta del Karate. Romper la Inercia.

 La Cara Oculta del Karate.

Primero. Romper la Inercia.

Como es conocida, la primera ley de Newton, habla de la Inercia y explica: 

"La ley de la inercia o primera ley postula que un cuerpo permanecerá en reposo o en movimiento recto con una velocidad constante, a menos que se aplique una fuerza externa. Dicho de otro modo, no es posible que un cuerpo cambie su estado inicial (sea de reposo o movimiento) a menos que intervengan una o varias fuerzas."

Esta ley puede ser también aplicada al campo de la psicología y nos dan muchas respuestas en cuanto a actitudes que toman muchos practicantes de Karate de no cambiar nada, a pesar de que racionalmente sienten esa necesidad. O al menos, tengan conciencia de ello.

A este estado se le llama Sesgo del Status Quo.

El sesgo del status quo describe nuestra preferencia por no hacer algo diferente de lo que ya hacemos. Preferimos que las cosas sigan como están. Los sesgos cognitivos nos ayudan a ahorrar recursos mentales en nuestra toma de decisiones, pero esto no significa que tomemos decisiones basadas en un buen razonamiento.

Es decir, ese ahorro nos acomoda y nos hace solamente movernos en el plano mental que conocemos. Se produce una inercia a nivel mental que incapacita y quita la posibilidad del cambio. 

No se trata solo de no tener las herramientas metodológicas adecuadas, sino de tener la energía necesaria que haga romper ese estado.

Se entiende, que se ha gastado tanto esfuerzo en conseguir determinadas habilidades que la maquinaria, por decirlo de alguna manera, se para, se conforma. Y a más tiempo hayamos permanecido bajo la influencia de la inercia, más difícil es crear un impulso suficiente que nos mueva. 

El problema para el practicante de Karate está, en que es muy difícil aplicar metodologías para este fin, más bien al contrario. Normalmente perpetuan el sesgo cognitivo del que hemos hablado antes. Para poder trabajar desde la conciencia y la variabilidad, es necesario un conocimiento profundo del sistema. Por profundo se entiende, que no es conocerse todas las Katas y aplicar algunos recursos externos e internos, sino saber lo que funciona y lo que no. 

Admitir las debilidades y a través de la práctica, paliarlas. No es sólo repetir y repetir, punto por punto, cada elemento del sistema. 

Si bien es cierto que trabajar durante años en una linea nos da cierta habilidad y coherencia, sin duda ese es uno de los objetivos, no es menos cierto que para ello, tenemos que crear una inercia o hábito. 

Pero el problema surge cuando no se gestiona bien esa energía inercial. Está se acaba convirtiendo en algo negativo. 

Veamos: 

La tercera ley de Newton dice: 

“Para cada acción hay una reacción igual y en el sentido opuesto”. Eso quiere decir que, siempre que un objeto realice una acción como mover, empujar u oprimir otro objeto, este último reacciona devolviendo la misma fuerza. 

Volvamos a la psicología. También ocurre esto en nuestros actos, no es sólo una ley física, sino Universal. Nos aparece entonces un problema y es que se necesita mucha conciencia para amortiguar ese efecto de reacción, es decir, para darnos cuenta de si hemos entrado en un estado inercial. 

Para cualquier karateka normal que no busca, y le basta con adquirir ciertas habilidades. O para aquellos otros que se conforman en rebatir con argumentos más o menos lógicos, estas leyes pasan de puntillas por su práctica. Perdiéndose trenes que te llevan por un camino más claro y consciente. Un camino de llenura.  Un camino de habilidad mental que te capacita para el entendimiento y la comprensión.

Pero a modo de disculpa.

Que difícil es romper el sesgo y la inercia. Cuantas fuerzas adversas hay que lo impiden. 

Pero que retos tan apasionantes nos permite ahondar el Karate!.


José Navarro.

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