viernes, 11 de febrero de 2011

Iaido no ofrece obstaculos.


El Iaido es bien conocido en la mayoría de los casos por hacerse desde posiciones imposibles para muchos occidentales, séase seiza o tate hiza. Aunque cuando se trabajan de forma regular estas posiciones se ve que en realidad no son tan inaccesibles, e incluso yo diría que son cómodas y naturales. La percepción que tiene un alumno occidental al entrar al Dojo y observar estas posturas es de rechazo o incapacidad. Según mi experiencia es el comentario más habitual que se hace. Sin embargo, hay una faceta del Iaido que quizás se desconoce y es que todas esas katas se pueden trabajar de pie (tachi waza), sin que esto reste un ápice de beneficios en la práctica.


Muchos maestros trabajan con sus alumnos primeramente de pie durante un periodo, más o menos largo de tiempo, antes de pasar a posiciones de sentado. Mi opinión es que un principiante debe de comenzar a entrenar desde los inicios, también sentado, pero comprendo que esto puede cerrar las puertas a personas entusiastas, que bien, por ciertas dificultades físicas o por edad no se puedan beneficiar de este arte marcial. Es ahí donde debe aparecer el método, y que éste método sirva para que el Iaido pueda ser accesible a todos, independientemente de sus condiciones físicas, su edad o cualquier otro obstáculo que le pueda impedir la practica del arte de la espada.

En muchas ocasiones asociamos las artes marciales a los deportes de competición, donde un artista marcial debe ser además un gran atleta con unos recursos o habilidades físicas por encima de la media. Esto pude ser cierto en muchas artes marciales, sobre todo en las artes donde predomina el combate como medio o como fin, y donde el cuerpo es la principal herramienta de trabajo. No es así en otras disciplinas como el Iaido, donde las cualidades físicas están “relegadas a un segundo plano”, dándosele más importancia a aspectos técnicos o internos del Budo. Este echo como dijimos antes nos lleva a la conclusión de que bajo esta premisa el Iaido es accesible a todo tipo de público.

Como cualquier otro arte marcial lo más importante es la actitud del budoka y su implicación con el arte que práctica. No hay excusas para poder adentrarse en la disciplina del Iaido. En Japón se ven ancianos realizando katas de autentica dificultad y en muchos casos, estos iaidokas son principiantes. Si ellos pueden superar las limitaciones de su físico y su edad, no hay motivos para pensar el por que nosotros no podemos. Evidentemente cada situación personal es diferente y la relación que tenemos con las circunstancias, también. Lo que es un obstáculo para muchos, es un reto para otros. La pregunta que debemos hacernos es, ¿son esos obstáculos suficientes para no practicar?. Cada cual debe responderse a si mismo.

Un maestro decía: si tienes un solo brazo puedes hacer Iaido, pero si tienes una mala disposición, ni mil brazos te servirían.

La reflexión final que os dejo es que lo importante es querer, el poder o no, es solo temporal. Estamos en una situación determinada pero no somos esa situación. El arte en todas sus manifestaciones debe adaptarse al artista y este expresarlo en la manera que más honestamente pueda, lo demás es buscar conflictos donde no los hay. Afortunadamente creo que el Iaido ofrece esta posibilidad de adaptación.

José Navarro
Kobukan Dojo

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