sábado, 25 de febrero de 2017

Las Cuatro Etapas de la Práctica de Katas

Las cuatro etapas de la práctica de kata por Iain Abernethy


Prácticamente todos los karatekas practican kata; sin embargo, la mayoría sólo practican la fase inicial y por lo tanto no desarrollan una comprensión equilibrada y más completa de lo que el kata tiene que ofrecer. En este artículo discutiremos las cuatro etapas de la práctica de kata.

La primera etapa es la práctica en solitario de la forma y es en lo que la mayoría de la gente piensa cuando hablan sobre la práctica de kata. Lo primero que aprende un karateka es la secuencia física propia del kata; la mecánica corporal requerida para la máxima eficiencia; la correcta actitud mental, etc. Esta es una fase muy importante de la práctica de kata. Si eres incapaz de realizar los movimientos de manera eficiente cuando no hay ningún oponente presente, ¡no tendrás absolutamente ninguna oportunidad de poder hacer funcionar esas mismas técnicas cuando un oponente agresivo esté intentando causarte daño físico!
La fase inicial de ejecución en solitario es a menudo donde la práctica de kata empieza y termina en muchos dojos modernos. Una de las principales razones para ello es que frecuentemente el criterio utilizado para determinar la calidad de un kata es sólo su apariencia visual. Si el kata tiene buena apariencia, ¡entonces está bien! Esta es evidentemente una forma defectuosa de ver el kata cuando consideramos que los katas se supone que tienen un propósito funcional y pragmático. En mi opinión, es mejor juzgar el kata en base a su uso pragmático; Si el karateka puede aplicar satisfactoriamente las técnicas del kata, entonces su kata está bien, independientemente de su apariencia. Por favor, no me malinterpreten; De ningún modo estoy diciendo que una pobre ejecución en solitario es aceptable, simplemente que el objetivo debería ser siempre función en contraposición a apariencia. Un kata funcional será a menudo llamativo para la vista, pero la estética del kata es esencialmente una consecuencia irrelevante y no el propósito global del entrenamiento de kata.
Gichin Funakoshi (el fundador del Karate Shotokan) en su libro “Karate-Do Kyohan” escribió: “Una vez una forma ha sido aprendida, debe ser practicada repetidamente hasta que pueda ser aplicada en una emergencia, ya que el conocimiento de simplemente la secuencia de una forma en Karate es inútil“. Aunque la ejecución individual de un kata es muy importante, no debería verse como la totalidad de la práctica de kata. Como dijo el mismo Funakoshi, a menos que puedas realmente aplicar las técnicas del kata en una emergencia, conocer simplemente cómo ejecutar la secuencia individual es “inútil”. Necesitamos asegurarnos de que hacemos progresar nuestro entrenamiento hasta las etapas subsiguientes.

La segunda fase de la práctica de kata es estudiar la aplicación funcional de los movimientos del kata (bunkai). Necesitas practicar el aplicar las técnicas del kata con compañeros de práctica. En este punto probablemente vale la pena señalar la importante diferencia entre bunkai realista y las más comunes y tan a menudo vistas batallas coreografiadas de karateka contra karateka en distancia larga. Los katas nunca fueron diseñados para pelear con otros karatekas; se pretendía que fuesen un registro de técnicas realistas para utilización en entorno civil (auto-protección). En situaciones reales, ¡la gente no se coloca en una posición para realizar después un oi-zuki desde una distancia de diez pies! Si aceptamos que los katas fueron diseñados para uso en situaciones reales, entonces debemos también aceptar que en una situación real es muy improbable que nos enfrentemos a otros karatekas, especialmente a uno que ejecute sus técnicas de manera tan formal y artificiosa (¡puedes dar gracias a Dios si eso llegara a ocurrir!). Las aplicaciones de los katas deberían ser simples, en distancia corta, y no depender de que el atacante realice ciertas acciones de una determinada manera.
Una vez has alcanzado cierta comprensión de la aplicación práctica de las técnicas del kata, deberías empezar a incluir variaciones de esas técnicas en tu entrenamiento. Debería recordarse que el kata está hecho para registrar un sistema combativo completo e independiente. No obstante, no sería práctico registrar todos y cada uno de los aspectos de ese sistema o el kata llegaría a ser ridículamente largo. Sería mucho mejor registrar técnicas que expresen sucintamente los principios clave del sistema.
Una analogía que me gusta utilizar para explicar cómo una forma almacena un sistema completo es aquella de la bellota y el roble (mis disculpas a aquellos que la hayan oído anteriormente). Un roble es enorme, tanto en términos de tamaño como en años de vida, pero todo sobre ese árbol, y todo lo necesario para reproducirlo, se encuentra en una única bellota. Un sistema de lucha produce un kata de la misma manera que un roble produce bellotas. Ni la bellota ni el kata son tan grandes como aquello que las creó, pero lo almacenan perfectamente. Para que una bellota se convierta en un roble debe ser plantada y cuidada correctamente. Para que un kata se convierta en un sistema de lucha debe ser correctamente estudiado y practicado. Es aquí donde encontramos uno de los mayores defectos del Karate moderno, que los katas rara vez se estudian lo suficiente. Volviendo a mi analogía, ¡tenemos las semillas pero no las plantamos!
Hironori Otsuka (fundador del Karate Wado-Ryu) escribió una vez: “Es obvio que estos katas deben ser entrenados y practicados lo suficiente, pero uno no debe estar “atascado” en ellos. Uno debe apartarse del kata para producir formas sin límites o de otro modo llega a ser inútil. Es importante alterar la forma del kata entrenado sin vacilar para producir otras incontables formas de entrenamiento. Esencialmente, es un hábito – creado a través de largos periodos de entrenamiento. Porque es un hábito, cobra vida sin titubear – por la mente subconsciente.” (“Wado-Ryu Karate” páginas 19-20). Creo que Otsuka nos está diciendo que practiquemos variando las aplicaciones del kata o de otro modo corremos el riesgo de estar “atascados” en la forma y por tanto convertirnos en luchadores limitados. Necesitamos seguir el consejo de Otsuka y practicar de manera que la forma pueda ser utilizada, sin vacilación, en cualquier situación en la que pudiéramos llegar a encontrarnos.
Los katas expresan buenos ejemplos de los principios centrales del sistema combativo que está siendo registrado. ¡Los katas no registran todas y cada una de las técnicas, combinaciones y variaciones de todo el sistema! ¿Cómo podrían? Así que para sacar el máximo partido al kata necesitamos practicar variando sus técnicas mientras nos mantenemos fieles a los principios que las técnicas representan. Esta es la tercera etapa del entrenamiento de kata.

La cuarta etapa y la más descuidada es practicar aplicando las técnicas, variaciones y principios del kata en práctica real. La única forma de asegurar que podrás ser capaz de utilizar técnicas en una situación real es practicar tus técnicas en situaciones reales. Necesitas participar en combate real en cualquier distancia si quieres que tu práctica de kata valga la pena. Ninguna cantidad de práctica en solitario o de ejercitar las técnicas con un compañero complaciente te proporcionará las habilidades necesarias para aplicar lo que has aprendido en una situación real.
En años recientes hemos visto a más y más karatekas empezar a incluir práctica de bunkai en su entrenamiento. Y aunque esto merece ser aplaudido, es de poca utilidad a menos que llevemos las cosas un paso más allá y participemos en combate basado en kata (ver mis libros “Bunkai-Jutsu” y “Karate’s Grappling Methods” para más detalles).
El combate real y la ejecución en solitario puede que parezcan radicalmente diferentes, pero son esencialmente exactamente lo mismo. Como analogía, pensemos que un kata es como un bloque de hielo. La forma del bloque de hielo es constante. Sin embargo, si se añade calor, el hielo se volverá agua y su forma de adaptará para ajustarse a sus circunstancias. De la misma manera, un kata también es constante, pero en el calor del combate también se adaptará a sus circunstancias. El bloque de hielo y el agua que fluye libre pueden parecer muy diferentes, pero son esencialmente idénticos (las mismas moléculas de hidrógeno y oxígeno). Del mismo modo, una forma a menudo parecerá diferente que las técnicas siendo aplicadas en una lucha real continuamente cambiante, pero también son esencialmente idénticas (los mismos principios de lucha). Aunque las cuatro etapas de la práctica de kata pueden parecer diferentes, es vital entender que todas ellas son idénticas en esencia. Las cuatro etapas son “kata“, no sólo la ejecución individual.
Estas cuatro etapas no son de ningún modo únicas del Karate. En boxeo, por ejemplo, a un alumno le enseñarían primero la mecánica de los golpes básicos (fase uno). Después practicarían el aplicar esos golpes contra sacos, manoplas de enfoque y compañeros complacientes con protecciones (fase dos). Una vez se hubiera conseguido competencia, el alumno practicaría combinaciones, mezclando los golpes, etc. (fase tres). Y finalmente entrarían en el ring y lo probarían de verdad (fase cuatro).
Aunque un alumno empezaría inicialmente en la fase uno y progresaría hasta la fase cuatro, debería recordarse que las etapas precedentes no deberían abandonarse y también deben ser practicadas. La práctica de la etapa cuatro es sin duda la más realista; sin embargo, no deberías abandonar las otras tres etapas cuando seas lo suficientemente competente como para dedicarte al combate basado en kata. La práctica de la forma individual te permitirá refinar la técnica, la visualización y la actitud mental sin la presión inducida por un oponente (es también una buena forma de entrenar los días que tus compañeros no pueden ir a entrenar). La práctica de bunkai (fase dos) y variaciones (fase tres) también te ayudará a mejorar la técnica. También te convertirás en un luchador más versátil a medida que tu comprensión de los principios esenciales del kata mejora a través del entrenamiento de la fase tres. A la inversa, a medida que tu capacidad para aplicar las técnicas del kata en práctica real aumenta, también lo hará la calidad de tu forma individual ya que el kata llegará a tener más sentido y será más intenso mentalmente.
Los katas son verdaderamente geniales obras que tienen mucho que ofrecer al karateka mentalmente pragmático. Para descubrir todo lo que el kata tiene que ofrecer, necesitas practicar los katas en su totalidad. Aunque el aspecto individual de la forma es muy importante, sólo representa la primera fase inicial. Únicamente cuando te mueves más allá de la forma individual hasta las subsiguientes etapas se hace aparente hasta qué punto el Karate puede ser integral y pragmático. Terminaré dándole las gracias por dedicar tiempo a leer este artículo; espero sinceramente que lo haya encontrado útil.
Iain Abernethy
Fuente:
The Four Stages of Kata Practise
Traducción al español: Víctor López Bondía

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