sábado, 15 de julio de 2017

REFLEXIONES SOBRE LA EFICACIA EN KARATE


Siempre he escuchado que Karate es un arte marcial eficaz pero el “problema” es que en un alto porcentaje, esos karatekas nunca han podido demostrar que eso sea así, que su Karate sea eficaz. Cuando hablo de eficaz no me refiero a ser campeón o ser el mejor de su dojo, para mi eso es ser un buen karateka. La eficacia la entiendo desde otra perspectiva y es saber resolver situaciones de peligro en otros contextos no deportivos y más agresivos. Por otro lado, ¿esta relacionado ser un buen karateka con ser un karateka eficaz?. Desde mi punto de vista y mi experiencia, definitivamente, no. Sin entrar en terminologías que no nos llevarían a ningún lado, como, por ejemplo, que para muchos ser karateka conlleva todas las facetas, hoy día no es así. Todos tenemos compañeros o alumnos que destacan técnicamente y que, a los ojos de los demás, sin duda tienen un gran nivel marcial. Sin embargo, hay otros más torpes y poco estéticos, pero a los que difícilmente se les podría vencer en un combate real, sin normas establecidas o los prejuicios creados, tanto por este practicante como por los compañeros.

Si nos trasladamos por un momento a otras disciplinas de combate como pudiera ser el boxeo, esta cuestión de eficacia nunca se plantea. Todo el mundo acepta que un boxeador es eficaz no solo en el cuadrilátero, sino fuera de él. ¿Es eso cierto?, quizás si, si hablamos de la elite pero no todos los boxeadores tienen ese nivel. Ya sabemos que si haces boxeo y compites y no eres eficaz es fácil que puedas morir en el intento. Si haces Karate y no eres eficaz no pasa nada.

Nosotros tenemos más registros técnicos que un boxeador e incluso que muchos luchadores de otros sistemas, sin embargo, aún así surgen muchas dudas de la eficacia marcial de un karateka en general. Una experiencia por las que muchos hemos pasado es la del amigo burlón que suelta la frase, “tu tienes que pegar unas patadas”, casi siempre en forma de bufa, o los más radicales se atreven incluso a desafiarnos. No se me ocurre que hagan lo mismo con alguien que hace boxeo. Curioso, ¿no?. Lo peor es responder dándole argumentos para convencerles, tales como que el Karate es una filosofía, una forma de vida, etc. Con estas explicaciones demostramos, aún más, la ineptitud y una falta de respuesta útil.

Aún siendo todo esto verdad, no debemos olvidar que si es una forma de vida, debemos ser eficaces para no perderla. La filosofía nos ayuda en nuestra vida diaria, pero en un combate real o incluso en competición, es un estorbo.

Muchos karatekas que se han encontrado con la realidad de cara, o su realidad, para no generalizar y no han podido o sabido salir bien parados, optan entonces en dejar el Karate o transformarlo en un Karate boxeo. ¡Karate katas, combate boxeo!. Esto es un error de bulto ya que si crees que el boxeo es eficaz será por la forma de entrenar, por que como sabemos tienen menos recursos técnicos y tácticos, entonces, ¿por que no se entrena Karate así?, ¿por que no le quitamos la magia a las técnicas de Karate y la llevamos a un contexto más realista?. Cada uno tendrá que hacerse esa pregunta e intentar resolverla.

Mi reflexión es que la grandeza del Karate no reside en la eficacia marcial, sino que es accesible a todos por que es un Budo, con sus ventajas o inconvenientes, según a lo que aspiremos. Pero que ser eficaz en un conflicto no nos hace menos budokas. Como decimos habitualmente en nuestro Dojo: “No pego por que no quiero, no por que no puedo”.

Si entrenas, aunque sea unos meses buscando la eficacia en cada técnica que hagas, y sin salir del método del Karate, te darás cuenta que Karate es quizás una de las disciplinas marciales más útiles de cara a un combate real.



José Navarro
Kobukan Dojo

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