El espíritu del kata

El Espíritu de los Katas. 

Cuando en clase enseñamos una Kata nueva, ponemos hincapie en las características que la definen, de manera que se entienda que no es una cuestión de poseer un conocimiento curricular más amplio, sino de tener una nueva herramienta de progreso. 

Pero es cierto, que aunque el argumento es claro y coherente, no siempre se logra captar la idea. Las Katas se han estandarizado tanto, que más allá del sistema (Naha, Shuri, Tomari), se hacen todas con criterios técnicos muy parecidos, salvando algunas excepciones. Esto es un problema, porque los principios o funciones específicas de las técnicas que componen dichas Katas se ven afectadas por la "superficialidad" de un modelo extandarizado en su expresión externa y lo que es peor aún, interna.

Bajo estos parámetros limitados, el sistema metodológico de la enseñanza a través de Katas, no alcanza su máximo desarrollo y, por lo tanto, estas pierden parte de su riqueza o patrimonio y con ello, parte de su razón de ser. 

Como referencia, nosotros en el Dojo, solemos hacer estudios específicos de Principios y en consonancia con esta idea elegimos que Katas puedan ser más representativas y contengan esos elementos concretos. Imaginemos que trabajamos el enraizamiento y el sentido de peso, Katas Naha. Fluidez, velocidad, Katas Shuri, etc. 

Si en un contexto físico queremos desarrollar la potencia, o la velocidad, o la resistencia, seguro que tendremos claro que ejercicios elegir según objetivos. Más o menos por este criterio caminamos. También es verdad que una Kata está llena de maticez y pueden ser multifuncionales, pero eso no resta un ápice la idea que exponemos. 

A veces es difícil captar el espíritu del kata. A través de este trabajo específico cumplimos una doble funcion, por un lado desarrollar conceptos y por otro, y quizás el más importante descubrir ese espíritu.