miércoles, 12 de enero de 2022

Gaman. Paciencia.

 Gaman. La Paciencia. 

El Karate entendido a través de la cultura japonesa. 

Hoy en día el Karate esta tan expandido y abarca a tantas culturas que es inevitable que no influyan en el.  A pesar de que vivimos en un mundo globalizado,  todos los países tienen una idiosincrasia propia, con aspectos o niveles culturales, sociales, religiosos, etc, que le hacen únicos. Y, por tanto, con una mentalidad y una forma de ver la vida basados en estos rasgos distintivos. Este pensamiento influye de manera directa en todo lo que se realiza, así como en la forma de percibir la información externa. El Karate no está fuera de esa percepción, tanto es así que la vinculación a la hora de enseñar este arte, está relacionada directamente con las pautas o modas sociales de cada zona.

Por supuesto Japón no queda fuera de tener una cultura propia y bajo ese prisma, la sociedad se organiza. El Karate, sin duda, está influenciado por esos valores tan específicos, que hacen que nos atraiga tanto a la mayoría de practicantes y por que no decirlo, no practicantes.

Uno de esos valores que está arraigado en el pueblo japonés, es Gaman que se traduce como paciencia y que queda reflejado en sus artes. Aunque todos sabemos que esto no es exclusivo en Japón, si tiene en este país, un cierto atractivo por que no sólo se observa en su folklore y costumbres, sino que es expresado en su vida cotidiana. 

El  término Gaman, muy relacionado con el término Gambaru y también con la expresión Shoganai, puede traducirse de muchas maneras: 

Capacidad de autocontrol, de tener paciencia, de aguantar lo indecible, de resistir ante la adversidad, de aguantar con dignidad y fortaleza, capacidad de superación, de sufrir estoicamente, de perseverar con paciencia, de aguantar y resistir ante los reveses de la vida…

Como vemos este concepto se convierte en una virtud y se traslada a todos los campos. Para un Karateka japonés está paciencia va implícita en su práctica, sabe que aprender un arte marcial lleva toda una vida y lo acepta, sin dudas, ni reproches. 

Si somos capaces de aceptar esta verdad, el camino del Karate será gratificante, sino es posible que aparezca la frustraccion y el abandono.  

En este punto podemos citar a la famosa fábula Zen: Tiempo para aprender. 

Un joven monje budista se acercó a su maestro y le preguntó -Si medito diligentemente, ¿cuánto tiempo me llevará iluminarme? El maestro pensó en esto y le contestó -Diez años.

El estudiante dijo entonces, -Pero si trabajo muy pero muy duro y me dedico a aprender rápido, ¿cuánto entonces?- El maestro respondió -Bueno, veinte años-.

-Pero, si trabajo realmente en eso, ¿cuánto tiempo me tomará?- preguntó el estudiante. -Treinta años- respondió el maestro.

-Pero no entiendo,- dijo decepcionado el estudiante. -Cada vez que le digo que voy a trabajar más duro me tomará más tiempo, ¿por qué dice eso?- El maestro respondió -Cuando tienes un ojo en el objetivo, solo te queda un ojo para el camino-.


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