Una vez un alumno me preguntó cual era mi Kata favorita. Yo creía tener esa cuestión resuelta pero me surgió la duda. Aunque es cierto que soy un entusiasta de las Katas, no todas me gustan o más bien, no todas me aportan las sensaciones que busco. Creo que la respuesta más sincera es que en cada época de este camino que es Kárate he tenido distintas katas Tokui.
Actualmente, por ejemplo, me siento más identificado con Katas más lentas y donde es necesaria una mayor atención en la conciencia sobre el movimiento que en la velocidad o la fuerza. En otra época, sin embargo, me atraían Katas más ágiles o gimnásticas, si se me permite la expresion. Este cambio no tiene que ver tanto con una disminución de las facultades físicas, sino con los objetivos a conseguir.
También me gustan las Katas que están llenas de matices y que se observa que no han perdido parte de su esencia. El estilo tampoco importa tanto. No porque haya trascendido los estilos, sino porque estos son una herramienta. Podríamos decir entonces, que mi Kata favorita es aquella que me aporta los elementos necesarios para seguir progresando, esta o estas suelen coincidir con mis necesidades físicas, tecnicas e internas.
Afortunadamente hay una gran cantidad de Katas por descubrir que pueden llegar formar parte de tu práctica más íntima. No nos autolimitemos.
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